Redacción y sabiduría: Alice
Anotaciones y edición: Antonio
Durante 5 días en Cancún descubrimos un destino lleno de contrastes con cenotes de agua cristalina donde nadamos con tortugas y peces de colores, playas de arena blanca y la increíble historia de la civilización maya con visitas a Chichén Itzá, Tulum, Cobá y el Gran Cenote. La gastronomía local nos sorprendió con sabores auténticos (aunque no se comen tantos tacos como nos imaginábamos). El mar, aunque con algo de sargazo, seguía siendo impresionante. Lo mejor fue disfrutar de todo esto sin el agobio del turismo masivo, haciendo la experiencia mucho más mágica y tranquila.
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Día 1
Día 2
Día 3
Día 4
Día 5
México fue un viaje de esos que surgen casi por casualidad, intentando organizar fechas para coincidir cerca del festivo del 12 de octubre. En 2021, aun con las restricciones por la pandemia de Covid-19, nos aventuramos a pasar unos días en Cancún. Confieso que nuestro destino inicial era Nueva York, ambos ya habíamos estado por separado y queríamos ir juntos, pero debido a las prohibiciones impuestas por varios países, cambiamos el plan y optamos por Cancún, con la ilusión de visitar una de las maravillas del mundo: Chichén Itzá.
Y he de decir que fue la mejor decisión que pudimos tomar. Disfrutar de una maravilla del mundo con turismo reducido es una experiencia única. A pesar de ser turistas, el poder recorrer un lugar emblemático sin la multitud habitual es algo inexplicable, un momento que se valora mucho en la vida. Para entonces, muchos países ya habían iniciado su apertura, pero aún era necesario presentar las tres dosis de la vacuna y completar un sinfín de formularios a través de QR, mostrando pruebas negativas o certificados de no haber presentado síntomas.
Pero eso no nos detuvo a la hora de organizarlo todo. Estábamos tan motivados a viajar que incluso hasta el último momento estuvimos revisando el estado del tiempo, y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que existía una alta probabilidad de huracán. Lo seguimos monitoreando hasta el último instante y, por suerte, el clima respetó nuestro viaje. Solo cayeron un par de gotas durante una de las tardes de regreso al hotel. Así que, más allá de organizar todo con antelación, recuerda siempre revisar el pronóstico y las probabilidades meteorológicas para que tu viaje sea lo más agradable posible.
Te dejamos aquí el resumen de nuestro Viaje a México en 5 días:
Día 1: Zona arqueológica de Tulum, Playa Paraíso
Día 2: Chichén Itzá, Gran Cenote
Día 3: Cobá, Cenote Sagrado IK-KIL
Día 4: Playa del Carmen, Zona de fiesta
Día 5: Nacimiento de tortugas, Museo Maya
Chichén Itzá, Gran Cenote
Día 2
Empezamos nuestro segundo día bien temprano otra vez, nos recogieron en el hotel rumbo a la zona arqueológica de Chichén Itzá, con la misma misión que en Tulum, llegar antes de que lleguen los centenares de buses turísticos que cada día visitan esta maravilla del mundo. Esa sensación de entrar casi solos, con la luz suave de la mañana y sin multitudes, no tiene precio.
Nada más llegar, pasamos por un área llena de artesanos y ONG’s locales que venden productos únicos, cada uno más curioso que el anterior. Nos encantó una ONG que defiende la memoria maya y ofrecía calendarios astrológicos personalizados, les dices tu fecha especial y te entregan tu calendario con la explicación de los símbolos mayas. Nosotros pusimos la fecha en que nos conocimos y fue un souvenir auténtico, original y cargado de significado.
Un consejo práctico lleva efectivo. Dentro del complejo arqueológico hay muchos puestos de comerciantes locales y no todos aceptan tarjeta. Aunque el regateo no es exactamente tradición en esta zona, si compras varias cosas sí puedes negociar un mejor precio. Así apoyas a la economía local y te llevas piezas hechas a mano con historias detrás.

Una vez dentro vimos el Templo de Kukulkán (la más icónica) es impresionante te deja muy impactado su altura de 30 metros y 365 escalones, en conjunto con su conservación y magnitud. Fue construida por la civilización Maya en torno al año 900 d.C. Es casi un honor de verla completamente porque durante muchos años estuvo oculta por la naturaleza y solo se visualizaba lo más alto de la pirámide. Me encantaría extenderme y lo haremos en si quieres saber más de esta maravilla del mundo continua leyendo aquí.
Es cierto que lo más importante es el Templo de Kulkulkán, pero es que el complejo tiene mucho más por ofrecerte, por lo que no dejes de visitar:
- El Gran Juego de Pelota ⚽️ el campo más grande de Mesoamérica para el juego ritual.
- Templo de los Guerreros y las Mil Columnas ⚔️ un conjunto impresionante de columnas que parecen un ejército.
- El Observatorio o “El Caracol” 🔭 un edificio circular usado para fines astronómicos.
- El Cenote Sagrado 💧 un gran pozo natural donde se realizaban ofrendas (este se encuentra un poco más lejos por lo que es mejor empezar por las cercanas y si te da tiempo acercarte).
- El Templo de las Mesas , con plataformas decoradas y esculturas.
- El Tzompantli 💀, plataforma de calaveras esculpidas, símbolo de sacrificios rituales.
- El Templo del Jaguar 🐆 con relieves y murales en honor a este animal sagrado.
- El Templo del Hombre Barbado 🧔 con relieves poco comunes.
- El Grupo de las Monjas 🏛️ varios edificios con intrincados detalles arquitectónicos.
- El Cenote Xtoloc 🌿 otro cenote dentro del complejo, menos conocido que el Sagrado.




Además es que todo esto explicado hace de tu experiencia una verdadera conexión con el pasado, por lo que no dejes de ir con guía que te hará comprender mucho mejor todo lo que estás viendo. Incluyendo un par de secretos como dar aplausos justo enfrente del templo Kulkulkán para escuchar el eco por todo el complejo. O imaginarte la complejidad del gran juego de pelota. Nos encanto, y marcamos nuestro check de maravilla del mundo vista.
Cargados de emoción y con la cabeza llena de historia maya, nos subimos de nuevo al bus del tour rumbo a un merecido chapuzón en el Gran Cenote. Después del calor y la caminata por Chichén Itzá, ese plan suena más que delicioso.
El calor y la humedad se sienten a tope, así que llevar una camiseta extra. Nosotros ya íbamos preparados incluimos en la mochila el bañador, toalla, sandalias y una camiseta extra.
El Gran Cenote, es un espectáculo. Tiene un agua cristalina, peces diminutos nadando a tu alrededor y tortugas enormes que se dejan ver con calma. El lugar está muy bien organizado, hay casilleros para guardar tus cosas, puedes alquilar gafas de snorkel y es obligatorio el chaleco para que todo sea seguro.

Antes de meterte al cenote es muy importante, ducharte y quitarte todo el maquillaje y protector solar. Es la forma más sencilla de cuidar este cenote para que dure muchos años más y de paso evitar que los peces se coman productos cosméticos. Una vez dentro, solo hay que relajarse, flotar, nadar o dejarse llevar bajo la cúpula natural es sorprendente. Si miras hacia arriba verás la roca con murciélagos colgando. Esta experiencia nos gustó tanto que al día siguiente no pudimos resistirnos y fuimos a descubrir otro cenote.
Terminamos el día agotados de tanto ir de un sitio a otro, pero felices. Decidimos premiarnos en el hotel con unas “Bloody Mary” y unos nachos que, al menos en la foto, se veían deliciosos. Cuando llegaron… bueno, digamos que la realidad fue un poquito diferente (spoiler: estaban horribles). Así que esa noche nuestra cena fue bastante regulera. Nos fuimos a dormir temprano porque al día siguiente la aventura continuaba.
Playa del Carmen, Zona de fiesta
Día 4
Al cuarto día nos fuimos a explorar la zona cercana por lo que nos encontrábamos en la playa del Carmen y cerca de la zona comercial y de fiesta. Nos levantamos relajadamente, y nos pusimos directamente el traje de baño para desayunar y buscar sitio en la playa.
El hotel contaba con su propia playa privada por lo que buscar sitio no fue un problema, tuvimos donde hacernos para relajarnos fácilmente. La zona de playa y el bar estaban muy cerca, así que nos pedimos un par de cocteles y a disfrutar de las olas, música y buen ambiente. Porque de vez en cuando un cóctel antes de medio día está genial.
La playa estaba llena de sargazo, es por ello que los hoteles están limpiándo constantemente pero en menos de un par de horas el sargazo vuelve. Como bajamos temprano, pudimos disfrutar de la playa sin sargazo y bañarnos en las cálidas aguas del mar Caribe.
Nosotros dimos un paseo, buscamos corales traídos por las olas a la orilla del mar. Leímos un poco. Pasado el medio día nos encontramos con un empleado del hotel en la playa, que nos contó que al día siguiente en una zona especial iban a presenciarse el nacimiento de tortugas marina y quedamos de verle ahí al día siguiente.




Subimos a la habitación para prepararnos rumbo a conocer la zona comercial y de fiesta. Para llegar desde nuestro hotel se podía caminando pero era bastante trayecto o en bus. Optamos por el bus, porque era un bus que solo recorre la zona hotelera hasta la zona de fiesta y vuelve, en un circuito circular por decirlo así.
No recuerdo cuánto valió el bus pero fue muy económico y gracioso. El bus estaba todo decorado y con música a un volumen un pelín alto y con todas las ventanas súper abiertas porque hace mucho calor.
Nos bajamos en la zona en la que rápidamente se identifica porque se deja atrás los resort y grandes hoteles, y aparecen todo tipo de discotecas, tiendas de recuerdos y grandes marcas. Dimos un paseo, y nos dejamos cautivar por los souvenirs, las tiendas de recuerdos son inmensas y encontramos todo tipo de precios disponibles. Entre más buscábamos mejor precio encontrábamos, por lo que volvimos con más de una bolsa de regreso al hotel.
La zona es muy tranquila y curiosa, por lo que nos encontramos con tiendas con diferente decoración en las que nos fuimos tomando fotos en todas. Terminamos en un centro comercial que tenia hasta un lago dentro, y una silla gigante. Caminamos muchísimo, para ver todo tipo de curiosidades en las tiendas. Hasta que nos cansamos y nos detuvimos a comer, comimos taquitos muy ricos, con la típica tortilla recién hecha, la verdad una delicia 🌮🤤 junto con un agua de Jamaica y de Tamarindo.




Al terminar de comer, caminamos hasta volver a encontrar la ruta del bus y este nos llevo hasta el hotel. Y mientras caminamos nos encontramos una iguana a la que claramente también le tomamos foto 🦎. Ya en el hotel organizamos nuestras maletas para el día siguiente ya tener todo preparado.
Cenamos en uno de los restaurantes gourmet del hotel, donde había de todo un poco, pero no taquitos, por lo que no, es cierto que se coman tantos taquitos como se cree.
Cenamos delicioso, todos los platos eran de comida fusión, y al ser en el hotel el precio fue un pelín más elevado y
Al terminar de comer, nos fuimos al hotel a disfrutar de la vista, el sonido de las olas del mar y ya a descansar.