Redacción y sabiduría: Alice
Anotaciones y edición: Antonio
Sabemos que no siempre se tiene el tiempo para leer todo nuestro itinerario, ni cada detalle de la cultura e historia de Portugal. Por eso, si lo que buscas es una guía rápida con lo esencial, aquí encontrarás nuestra selección de los lugares que no puedes perderte en un viaje por el norte de Portugal de 7 o 10 días por este país único.
Braga, conocida como la Roma portuguesa, es una de las ciudades más antiguas y fascinantes de Portugal. Sus calles respiran historia, cultura y espiritualidad, combinando monumentos romanos, iglesias barrocas y plazas llenas de vida con un ambiente moderno y universitario. Si estás planeando un viaje por el norte de Portugal, esta ciudad es una parada obligatoria.
Elegir solo 10 lugares para visitar en una zona llena de actividades como es Braga es casi imposible. Por eso nos centraremos en aquellos sitios que, en nuestra experiencia, son realmente imperdibles.
Imprescindibles
Top 10 de Braga
1. Campo das Hortas
Un punto de partida ideal para descubrir Braga. Este pequeño parque destaca por sus jardines bien cuidados, bancos para descansar y la tranquilidad que transmite en pleno centro histórico. Es un lugar donde el ritmo de la ciudad parece bajar, lo que lo convierte en una buena primera parada antes de sumergirse en las calles llenas de historia.
Desde aquí parten varios tours guiados, lo que hace que tenga un ambiente animado y multicultural. Es común ver grupos de viajeros escuchando atentos las explicaciones sobre la historia de Braga o simplemente familias disfrutando del paseo matutino.
2. Arco da Porta Nova
Declarado Monumento Nacional, es uno de los emblemas más reconocibles de Braga. Construido en el siglo XVIII, marca simbólicamente la entrada al casco histórico de la ciudad. Lo curioso de este arco es su doble cara, por un lado, cargado de detalles barrocos y ornamentaciones; por el otro, mucho más simple, con apenas una virgen en el centro.
La diferencia tiene una explicación interesante, el lado decorado era el que recibía a las autoridades religiosas, mientras que el otro quedaba de espaldas, considerado menos importante. Hoy en día, ambos lados se han convertido en una puerta de entrada a un viaje por el tiempo, pues al cruzarlo se siente un cambio en el ambiente y en la arquitectura de las calles.
3. Praça do Município
Una de las plazas más bonitas de Braga. En su centro se encuentra la famosa fuente de los “pelícanos”, que en realidad parecen más águilas debido a que los escultores de la época no conocían bien cómo eran los pelícanos. Esta anécdota le da un toque simpático y curioso al lugar, además de ser un buen tema de conversación entre los visitantes.
A su alrededor, se levanta un elegante edificio blanco que da un aire señorial a la plaza. El sitio transmite calma y es perfecto para detenerse un momento, observar la arquitectura y dejarse llevar por el ambiente histórico que se respira.
4. Jardín de Santa Bárbara
Uno de los rincones más fotogénicos de Braga. Sus parterres perfectamente alineados, las flores de colores y el castillo que se asoma al fondo crean una postal perfecta. No es de extrañar que muchos turistas, y también locales lo elijan como escenario para fotos especiales.
Frente al jardín hay un espacio decorado con sillas blancas y alas de ángel, diseñadas para los amantes de la fotografía. Es un lugar que combina historia, romanticismo y modernidad en un solo punto, convirtiéndose en uno de los imprescindibles de la ciudad.
5. Jardín de la Avenida Central
Un espacio verde que se extiende en pleno corazón de Braga. Flanqueado por calles comerciales, es un lugar donde siempre hay vida, gente paseando, tomando un café en las terrazas o simplemente descansando bajo la sombra de los árboles. Sus fuentes y esculturas hacen que el paseo sea muy agradable.
Es un jardín que conecta perfectamente lo antiguo y lo moderno, ya que desde aquí se tienen vistas a iglesias históricas y al mismo tiempo se siente el pulso actual de la ciudad. Para quienes quieran hacer una pausa en medio de la exploración urbana, este es el sitio ideal.
6. Las iglesias de Braga
Braga es conocida como la “Roma portuguesa” por la gran cantidad de iglesias que alberga, más de cuarenta en total. Cada una tiene su propio carácter, algunas son recargadas y barrocas, con interiores llenos de detalles dorados, otras son más sencillas, con una belleza austera que invita a la calma.
Caminar por la ciudad es encontrarse constantemente con templos en cada esquina. La experiencia no es solo arquitectónica, también cultural, pues las iglesias reflejan la fuerte tradición religiosa de la región. Incluso si no eres especialmente devoto, vale la pena entrar en algunas para apreciar su arte, frescos y esculturas.
7. Santuario do Bom Jesus do Monte
Sin duda, la joya de Braga. Su monumental escalinata barroca, que simboliza la ascensión espiritual, impresiona tanto por su tamaño como por su belleza. Construido entre los siglos XVIII y XIX, combina estilos barroco, rococó y neoclásico, y desde 2019 forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Muchos visitantes suben las escaleras a pie como parte de la experiencia de peregrinación, aunque también se puede llegar en coche o en funicular. Desde arriba, las vistas de Braga son espectaculares, y la iglesia, con su interior tridimensional, sorprende por lo distinta que resulta de otras. Es un lugar que deja huella.
8. Catedral de Braga (Sé de Braga)
Una de las más antiguas de Portugal, con más de 900 años de historia. Su arquitectura es una mezcla de estilos románico, gótico y barroco, reflejo de las muchas remodelaciones que ha tenido a lo largo de los siglos. Este lugar sagrado es el corazón espiritual de la ciudad y guarda en su interior tumbas de arzobispos y tesoros religiosos.
Visitar la Sé es también descubrir su importancia cultural, ya que fue un punto clave en la cristianización de la región. Su interior, solemne y majestuoso, transmite la sensación de estar en un espacio cargado de historia y significado.
9. Museo dos Biscainhos
Se encuentra en un palacio del siglo XVII, una auténtica joya arquitectónica. Recorrer sus salas es un viaje al pasado de la nobleza portuguesa, con colecciones de mobiliario, cerámica y objetos de uso cotidiano que muestran cómo era la vida en la época.
Pero lo que más enamora son sus jardines, diseñados al estilo barroco, con fuentes, esculturas y caminos rodeados de vegetación. Es un rincón perfecto para pasear con calma, disfrutar del ambiente y dejarse transportar a otra época.
10. Palacio do Raio
Uno de los edificios más espectaculares de Braga. Construido en el siglo XVIII, su fachada cubierta de azulejos azules lo convierte en una parada obligatoria para los amantes de la arquitectura portuguesa. Es un ejemplo perfecto del estilo barroco tardío con toques rococó.
Hoy en día, el palacio alberga exposiciones que permiten conocer más sobre la historia de la ciudad y sus tradiciones. Pero incluso si no entras, contemplar su fachada ya es una experiencia, porque refleja esa mezcla de elegancia y grandiosidad que caracteriza a Braga.
✈️ ¡Nos vemos en los viajes! ✈️
