Redacción y sabiduría: Antonio
Anotaciones y edición: Antonio

A lo largo de nuestros viajes hemos ido aprendiendo muchas curiosidades que Antonio (es decir…yo) ha ido publicando como stories en Instagram lo que le gustó llamarlo TonyFacts (#marketingPower😂)

Estas curiosidades las hemos ido poniendo por los diferentes post en los que tenía relación pero dado que al publicarlas en Instagram recibía muchos mensajes de todo tipo de público (¡mamá soy famoso!) hemos decidido recopilarlas por país para que sea mas fácil verlas todas. Aquí te mostramos todos las las curiosidades de Colombia.

Esto no es para nada representativo de la cantidad de información que hay en los post de Chichén Itzá y de México, solo es un pequeño aperitivo y si os interesan os animamos a conocer toda la información del país y nuestras experiencias disfrutándolo. Si haces click en la 💡 del TonyFact que más te interese navegarás directamente al post en el que aparece.

💡 TonyFact: Calendario Maya

La Pirámide de Kukulkán es más que un templo. Es un calendario tridimensional tallado en piedra.

Sus cuatro escaleras de 91 escalones más la plataforma superior suman 365, representando los días del año solar.

Este diseño no era meramente decorativo; era un instrumento que reflejaba la obsesión maya por medir el tiempo y sincronizar su vida con los ciclos del cosmos.

Los mayas utilizaban varios calendarios a la vez. El Haab de 365 días, el Tzolk’in de 260 y la Cuenta Larga se combinaban para planificar ceremonias, guerras y cosechas con una exactitud sorprendente. También seguían los ciclos de Venus y otros astros para alinear su vida política y religiosa con el cielo.

Esta sofisticación en la medición del tiempo era una herramienta de poder y organización social.

En Chichén Itzá, muchas estructuras están alineadas con eventos astronómicos, mostrando que los mayas no eran solo agricultores o astrónomos, sino una cultura profundamente espiritual que veía el tiempo como la esencia de su relación con el universo.

La Pirámide de Kukulkán es más que un templo. Es un calendario tridimensional tallado en piedra.
Sus cuatro escaleras de 91 escalones más la plataforma superior suman 365, representando los días del año solar.

💡 TonyFact: Serpiente de Luz

Dos veces al año, en los equinoccios de primavera y otoño, la luz del atardecer crea un espectáculo único en la Pirámide de Kukulkán.

Los triángulos de sombra proyectados por las esquinas forman la silueta de una serpiente que parece descender desde el cielo hasta la cabeza esculpida en la base. Este fenómeno no es casual: fue calculado para sincronizar la arquitectura con el cosmos y representar el poder de Kukulkán en la tierra.

Este evento marcaba el inicio de ciclos agrícolas y rituales. Miles de personas se reúnen hoy para verlo, repitiendo un acto de observación cósmica que tiene más de mil años. Es uno de los ejemplos más claros de cómo los mayas convirtieron sus templos en instrumentos astronómicos y ceremoniales al mismo tiempo.

Dos veces al año, en los equinoccios de primavera y otoño, la luz del atardecer crea un espectáculo único en la Pirámide de Kukulkán.

💡 TonyFact: Fin del Mundo

En 2012 se popularizó la idea de que el calendario maya predecía el fin del mundo.

En realidad, lo que terminaba era un baktún, un ciclo largo de 5.125 años, y comenzaba otro. Para los mayas el tiempo no era lineal ni apocalíptico, sino cíclico, con finales que eran también comienzos.

Chichén Itzá, con su simbolismo de muerte y renacimiento, encarna esa visión circular del universo. Los templos y las ceremonias recordaban a la gente que todo tiene un ciclo, y que después de cada cierre viene una renovación.

Este malentendido moderno demuestra hasta qué punto la cosmovisión maya sigue fascinando y desconcertando al mundo actual.

En 2012 se popularizó la idea de que el calendario maya predecía el fin del mundo.

💡 TonyFact: Juego de Pelota

La cancha de juego de pelota de Chichén Itzá es la más grande conocida en todo el mundo maya, con más de 168 metros de largo y muros de casi 8 metros de altura.

Aquí se disputaban partidos cargados de simbolismo donde la pelota representaba el Sol viajando por el inframundo y los jugadores, a héroes míticos que libraban batallas cósmicas. Las paredes todavía exhiben relieves de escenas rituales y de decapitación que recuerdan la seriedad del juego.

Más allá de un deporte, el juego era un ritual de renovación cósmica. Se cree que los vencedores podían ser sacrificados para honrar a los dioses, un privilegio dentro de su cosmovisión. Estar en la cancha hoy es sentirse en un teatro del universo, donde cada grito y cada rebote formaban parte de un drama espiritual que vinculaba a la comunidad con las fuerzas celestes.

La cancha de juego de pelota de Chichén Itzá es la más grande conocida en todo el mundo maya, con más de 168 metros de largo y muros de casi 8 metros de altura.

💡 TonyFact: Inframundo

El Cenote Sagrado es un enorme pozo natural, de unos 60 metros de diámetro, era uno de los lugares más temidos y reverenciados de Chichén Itzá. Allí los mayas arrojaban ofrendas de jade, oro, cerámica y, también sacrificios humanos para honrar a los dioses de la lluvia y de la fertilidad.

El cenote era un espacio de comunicación directa con las divinidades, un eje vertical entre el cielo, la tierra y el inframundo.
La importancia del Cenote Sagrado radica en su papel como axis mundi. Un punto de conexión entre planos existenciales.

Su profundidad y su agua verdosa reflejaban la entrada al mundo espiritual, mientras que los sacrificios buscaban mantener el equilibrio cósmico y garantizar las cosechas.

El Cenote Sagrado es un enorme pozo natural, de unos 60 metros de diámetro, era uno de los lugares más temidos y reverenciados de Chichén Itzá. Allí los mayas arrojaban ofrendas de jade, oro, cerámica y, también sacrificios humanos para honrar a los dioses de la lluvia y de la fertilidad.

💡 TonyFact: Aplauso Maya

Frente a la Pirámide de Kukulkán ocurre uno de los fenómenos más sorprendentes de la arquitectura prehispánica: si das una palmada fuerte en la base de la escalinata, el eco que devuelve suena como el canto del quetzal, el ave sagrada de plumas verdes asociada a Quetzalcóatl/Kukulkán.

Este efecto no es casual. Los mayas diseñaron el templo con una precisión acústica que demuestra un profundo conocimiento de la física del sonido.

Este “canto” simboliza la unión entre la arquitectura, la naturaleza y la espiritualidad maya.

Para ellos, el templo no solo era un lugar de culto, sino un instrumento que reproducía la voz del dios serpiente emplumada y del ave sagrada. Hoy sigue asombrando a visitantes y expertos porque prueba que la ciudad fue concebida como un gran escenario ritual en el que cada detalle tenía un propósito simbólico y cósmico.

Frente a la Pirámide de Kukulkán ocurre uno de los fenómenos más sorprendentes de la arquitectura prehispánica: si das una palmada fuerte en la base de la escalinata, el eco que devuelve suena como el canto del quetzal, el ave sagrada de plumas verdes asociada a Quetzalcóatl/Kukulkán.

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